Església de Sant Pere de Lavern

La primera noticia documentada del templo es del año 1053, a la que se le añadieron elementos posteriores; de los cuales destaca el campanario barroco de espadaña. Además del templo, también se construyó, posteriormente una casa rectoral que fue derivada en 1995. El último vestigio de la Iglesia románica, aparte de piedras aprovechadas en las paredes, es la pila bautismal que hoy se conserva en el baptisterio, en una de las capillas.

En 1895, en una visita pastoral consta el momento cuando se detectó el deterioro de la estructura. Hasta 1915, no se tomó la decisión de demoler completamente la iglesia, para levantar una de nueva planta. En 1921 aún estaba en obras. El templo fue obra del arquitecto barcelonés, Enric Sagnier, y fue posible por la donación del conde de Lavern, don Pere Guerau Maristany y Oliver.

En el verano de 1936, la iglesia fue quemada y saqueada, por este motivo, en los años 40 tuvo que ser restaurada. Los trabajos se alargaron hasta 1958 cuando se pintaron los frescos de la capilla del bautisterio. Aun en 1987 se estrenaron las obras de restauración del campanario y el coro, tras su destrucción por un relámpago, tres años atrás.